Restaurante, Nueva Construcción, La Habana, 2019
Escapar de la arquitectura moderna es la última obra teatral de la arquitectura moderna. Sintiéndose culpable de su propio aburrimiento, ya no quiere parecerse a sí misma. Hace un tiempo descubrimos una arquitectura de antes de la arquitectura. Con la abstracción y la pureza de las formas arcaicas, que despojadas de su utilidad y construidas para la representación, ponen a prueba la ligereza de oficio.
A primera vista Ruinas Circulares es un círculo masivo colocado sobre 6 grandes piedras frente al mar.
Construido como un restaurante desde donde mirar el mar y comer comida mediterránea, nos permite bajo la sombra imaginarnos lo que pudo haber pensado Jorge Luis Borges con su cuento “Ruinas Circulares”.
Un espacio pequeño de proporciones stonhenscas donde no se aprecia un interior, sino el exterior esculpido de una escultura habitada.
La domesticación de esta ruina es un artificio de la tecnología, que con ligeros materiales desmontables, nos da el espectáculo a la vez de lo primitivo y lo desconocido.
Cada columna desproporcionadamente gruesa encierra un espacio útil, como cava, baños, cocina y escaleras.
Aquí no hay ventanas ni puertas, se han eliminado todos los elementos que nos recuerdan la arquitectura que conocemos.
El día dibuja sobras circulares sobre las mesas y lo que parecen piedras son áreas de servicio.
El piso superior funciona como balcón y añade metros cuadrados de superficie útil.
Solo las mesas servidas, el caminar de los meseros con vino español y el olor a especies frescas, nos regresa de ese lugar que pudimos haber imaginado, para recordarnos que es solo un restaurante al que vinimos a comer.
Elaborado por Anadis González y Fernando Martirena.