Vivienda Unifamiliar, Nueva Construcción, Artemisa, 2017
En un acantilado al oeste de la Habana se encuentra esta casa rodeada por el mar. A pesar de tener un gran tamaño de programa requerido, tuvimos la intuición de que la casa debía usarse a si misma para esconderse en el paisaje.
La nueva casa tenía que mantener las características que la casa existente, que eran sus 14 x 14m de perímetro, techo a dos aguas y portal a los cuatro lados.
Como es una casa de fin de semana con vistas sorprendentes, debía ser completamente abierta al paisaje para aprovechar su posición, y tener la posibilidad de cerrarse completamente una vez de regreso a la ciudad.
Para ello teníamos 2 referencias claras: unas cabañas de Soroa donde el techo es a la vez la habitación, mientras todo lo demás se abre; y las casas de campo que se usan para secar tabaco, donde la madera de palma cubre todo.
Mientras la planta baja concentra todas las zonas públicas de la Casa siendo un espacio abierto, el cuarto principal se esconde en el techo y los de los invitados y el garaje se ocultaban bajo tierra iluminados por un largo y estrecho patio.
Así logramos una casa resguardada de madera de tabla de palma con su forma original, que esconde otra más grande de vidrio y hormigón armado.
Desde afuera sigue pareciendo una casa de un solo nivel, al estar cubierta por las tablas de palma.
Por Anadis González / David Medina / Fernando Martirena / Gerardo Guillén